Durante las primeras etapas de una enfermedad ocular no suelen aparecer síntomas obvios ni signos de alerta y sin embargo, para disfrutar de un tratamiento eficaz y directo, estas patologías visuales deben de detectarse durante los estadios más tempranos de las mismas. Por este motivo, los exámenes rutinarios son imprescindibles para detectar las enfermedades relacionadas con los ojos.
Los exámenes completos de los ojos son procedimientos que no ocasionan ningún dolor y que pueden detectar condiciones capaces de causar ceguera tales como el glaucoma, la degeneración macular y la retinopatía diabética, aún antes de que el paciente experimente algún síntoma.
La semana que viene, con motivo del día mundial del glaucoma, hablaremos sobre esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos. Sin embargo, a continuación encontrarás una pequeña explicación sobre la degeneración macular y la retinopatía diabética.
Degeneración macular
Se trata de una enfermedad del ojo ocasionada por daños o deterioro de la mácula, una capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo, en el centro de la retina. La mácula se encarga de proporcionar agudeza visual, es decir, permite al ojo percibir detalles finos y pequeños.
Entre los factores de riesgo de la degeneración macular se encuentran el tabaquismo, la edad avanzada, un alto nivel de colesterol en la sangre y antecedentes familiares con la misma enfermedad. Los síntomas que produce esta patología son diferentes en cada persona pero al comienzo, suele ser imperceptible, sobre todo cuando la degeneración se produce en un solo ojo. Algunos indicios son ver las líneas rectas distorsionadas, ver palabras borrosas, tener problemas para ver con detalle o tener áreas oscuras o vacías en el centro de la visión.
Retinopatía diabética
Esta enfermedad es causada por daño a los vasos sanguíneos de la retina, la capa de tejido en la parte posterior del interior del ojo. La retina es la encargada de transformar las luz y las imágenes que entran en el ojo en señales nerviosas que son enviadas al cerebro.
Los factores de riesgo de patología son la diabetes y el mal control del azúcar en la sangre. Uno de los mayores problemas de la retinopatía diabética es que no provoca síntomas en los ojos hasta que el daño es grave. Los síntomas que se pueden detectar son la visión borrosa y pérdida lenta de visión con el tiempo; sombras o áreas de visión perdidas y dificultad para ver en la noche.
Son todas estas razones por las que es importante hacerse exámenes oftalmológicos regulares.
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