Ventajas de las lentillas para niños
Optar por lentes de contacto para tu hijo puede tener múltiples beneficios y son los siguientes:
- Más confianza. Hay niños que nunca acaban de verse bien con gafas, algo que puede afectar negativamente a su autoestima, a su vida social, e incluso a su rendimiento escolar. En casos así, llevar lentillas puede ser una gran oportunidad para verse bien, aumentando su confianza y seguridad.
- Más comodidad. Los niños son activos por naturaleza; se mueven, corren, juegan, saltan… Usar lentes de contacto puede dar a tu pequeño la comodidad y la libertad que necesita sin preocuparse de si se le caen las gafas o de tener ajustárselas si se le deslizan hacia abajo ligeramente por la zona del puente. Esta ventaja también es vital si practica algún deporte, especialmente todos aquellos que sean de contacto como el baloncesto, el rugby o el fútbol.
- Visión completa. Al no haber una delimitación visual en los extremos del ojo por una montura, como es el caso de las gafas, las lentillas proporcionan una mejor visión periférica.
- Menos coste. Debido a esta continua actividad de los niños que comentábamos anteriormente, es posible que las gafas se rompan, se rayen o se pierdan. Reemplazar la montura, los cristales, o las gafas al completo, supone un mayor coste económico que reemplazar un par de lentillas.
¿Cuándo están listos para llevar lentillas?
Usar lentes de contacto requiere un cierto mantenimiento, por eso es necesario que tu hijo tenga la capacidad de llevar a cabo los cuidados diarios que las lentillas necesitan, y la madurez suficiente como para ponérselas y quitárselas con facilidad. ¿A qué edad se da esto? Depende de cada niño, por lo que sólo tú, conociendo a tu pequeño, puedes saber si es capaz de disfrutar de todos los beneficios que le aportan las lentes de contacto, y a la vez, es lo suficientemente responsable y maduro como para cuidarlas.
Las mejores lentes de contacto para niños
Existen diferentes tipos de lentillas, y dependiendo de la edad y de la madurez del niño, uno puede ser mejor que otro:
- Lentes de contacto desechables. Son perfectas para cuando empiezan a usarlas porque no requieren ningún mantenimiento. El niño las abre por la mañana, se las pone, las usa con normalidad, y al finalizar el día, las desecha, sin tener que limpiarlas ni conservarlas. Lo mejor de esta opción es que cada mañana estrena un nuevo par, reduciendo el riesgo de infecciones oculares.
- Lentes de contacto reutilizables. Estas son perfectas para cuando ya tiene cierta experiencia en el manejo de lentillas y cuando tiene más edad, entrando ya en la adolescencia. Pueden ser semanales, mensuales, trimestrales o anuales. Como comentábamos, esta clase de lentillas necesita un mantenimiento para que se conserven en las mejores condiciones.
¿Visualizas a tu hijo llevando y cuidado de sus lentillas? ¿Crees que puede ayudarle con su autoestima? Si todavía no lo tienes claro y sigues con dudas, puedes pasarte por tu óptica +Visión más próxima para solicitar información, o pedir cita online. Nuestro equipo de especialistas en contactología analizará el caso de tu pequeño y su alteración visual para ver cuál es su mejor opción.