¿Cada cuánto es recomendable?
Por norma general se recomienda realizar una revisión ocular una vez al año, aunque, si existen problemas de visión, el tiempo entre visita y visita debería acortarse. También hay etapas, como la infancia o a partir de los 40, que determinan cuándo debes revisar tu vista o la de tu familia.
¿Para qué revisarse la vista?
El objetivo principal de las revisiones oculares es comprobar si ha habido una variación en la graduación, o cualquier otra alteración que afecte a tu salud visual. Además, el uso continuado de pantallas hace que cada vez más personas presenten problemas de visión.
¿Qué se puede detectar en una revisión?
En una revisión se intentan descartar las patologías que comúnmente afectan a la salud visual. Las principales alteraciones que se comprueban son:
- Variación en la graduación. Es posible que hayas normalizado no ver muy bien y gracias a una revisión, descubras que necesitas usar gafas para corregir una miopía, hipermetropía o astigmatismo.
- Déficit lagrimal, o síndrome del ojo seco, que provoca incomodidad y mala visión.
- Problemas acomodativos, que tienen que ver con el enfoque y la nitidez con la que se ven los objetos.
- Problemas de convergencia, es decir, la capacidad que tienen ambos ojos de trabajar juntos.
- La presión intraocular, un dato especialmente significativo a partir de los 45 años para la detección de glaucomas.
- Durante la revisión se observa el fondo del ojo para descartar un desprendimiento de retina, u otro tipo de cambio en ella que pueda estar relacionado con enfermedades como la diabetes o el colesterol. También la presencia de cataratas o degeneración macular.
Los movimientos oculares también se analizan para comprobar que no existe ningún problema con los músculos del ojo que podrían provocar estrabismo, lo que se conoce como ojo bizco y diplopía, o visión doble.
¿Por qué es tan importante hacer revisiones en la infancia?
Los niños, al contrario que los adultos, no suelen quejarse de problemas visuales, ya que no tienen la capacidad para poner palabras a lo que les ocurre y no pueden expresarlo. Un niño nunca dirá que le duele la cabeza porque desconoce qué es un dolor de cabeza. Esta dificultad en la comunicación se suma a que la mayoría de las patologías que afectan a los niños no presentan síntomas visibles, por lo que las revisiones se convierten en esenciales para detectar cualquier problema de visión que les afecte.
Hasta los 12 años los ojos de los pequeños se están desarrollando y es vital detectar cualquier alteración y corregirla. Lo que se analiza en las revisiones infantiles es la presencia de:
- Ojo vago, que es como se conoce a la desviación o desalineación de uno de los ojos.
- Miopía, que le dificulta la visión de lejos.
- Hipermetropía, que altera su visión de cerca.
- Astigmatismo, un defecto en la curvatura de la córnea que dificulta el enfoque.
¿Y si llevo lentillas?
Si usas lentes de contacto mensuales te recomendamos hacerte una revisión cada 6 meses para realizar la prueba de la fluoresceína, un tinte que informa si la adaptación está bien, si hay erosiones en el ojo, roces por el movimiento de las lentes de contacto, sequedad ocular, incompatibilidad con el material de la lente de contacto y la córnea, o cualquier tipo de complicaciones con las lentillas.
Ahora que te hemos contado con exactitud qué se analiza y por qué son importantes en las revisiones oculares, ¿no crees que vale la pena hacérsela para prevenir y detectar problemas de salud visual? Si ya te has decidido, visita tu óptica +Visión más cercana o pide cita para que nuestros ópticos-optometristas te realicen un completo examen de forma gratuita.