En primer lugar, tienes que asegurarte de que estás comprando unas gafas que estén homologadas. Luego, hay que tener en cuenta el filtro que tienen las gafas de sol. La elección del filtro dependerá de la actividad para la cual las necesites. No es lo mismo usar gafas de sol para hacer deporte que para ir a la montaña o a la playa. El filtro va de 0 a 4, siendo 0 el nivel más bajo y, 4, el más alto. El nivel suele estar indicado en una etiqueta en el cristal o en las varillas de las gafas.
El filtro 4 se recomienda para actividades en el agua o, por ejemplo, para esquiar, pero este filtro presenta un inconveniente: no se puede utilizar para conducir. Para ir a la playa, a la montaña o al campo, necesitarás un filtro 3, y si tan solo vas a utilizarlas para tu día a día en la ciudad, con un filtro de nivel 2 ya debería de ser suficiente.
En segundo lugar, también tendrás que tener en cuenta el tipo de cristal. Existen muchos tipos de cristales, pero estos son los más populares:
Cristales con degradado: como sabéis, la luz puede proyectarse desde arriba o desde abajo y es por este motivo que es importante saber para qué actividades vamos a necesitar las gafas y así escoger los cristales con sentido común. Si vas a practicar deportes en la nieve o en el agua, te convendrá un doble degradado, en el que la parte inferior es más oscura que la superior, pero, por el contrario, si vas a necesitar las gafas para conducir o pasear, con un degradado simple ya te bastará.
Cristales de efecto espejo: estos cristales se caracterizan por tener una lente que refleja la imagen de lo que tenemos enfrente. Esto puede dar una sensación de mayor protección y es así, ya que reflejan más la luz, pero, a su vez, es conveniente que te asegures de que tienen el filtro adecuado para cada situación, ya que, a veces, el efecto espejo no es garantía de una mayor protección frente a los rayos UVA y UVB.
Cristales polarizados: este tipo de cristales reducen los reflejos, es decir, la luz del sol que rebota en superficies lisas, como las ventanas, o en superficies cromadas, como el agua. Las gafas de sol polarizadas son adecuadas para actividades acuáticas o conducir, por ejemplo.
Cristales fotocromáticos: los cristales fotocromáticos tienen la capacidad de oscurecerse o aclararse automáticamente en función de la luz que reciben. Son compatibles con las gafas graduadas, ofrecen un gran confort visual y protegen tus ojos frente a los rayos UVA y UVB. Son ideales para personas que cambian de ambiente a menudo y buscan aumentar su comodidad.
Finalmente, es esencial tener conocimiento sobre el bloqueo de los rayos infrarrojos y la luz azul. Algunos fabricantes aseguran que sus gafas de sol protegen frente a los rayos infrarrojos y, sin embargo, ninguna investigación ha podido demostrar una relación entre los rayos infrarrojos y las enfermedades oculares.
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