¡Que no te engañen los días nublados! Lo cierto es que muchas veces, como no notamos la radiación del sol en nuestra cara, olvidamos que los efectos nocivos nos siguen llegando, y más aún con la altitud de las montañas. De hecho, cuanto más alto subimos, más intensos y peligrosos son los rayos solares para nuestra salud y más necesario se hace proteger nuestros ojos, incluso en los días nublados.
Además del sol, hay otros agentes externos que también pueden impedir una visión correcta y que además, pueden causar daños en nuestros ojos, como el viento al impactar en nuestra cara, que propicia la sequedad ocular. Además, es muy probable que pequeñas partículas entren en nuestros ojos, lo que podría incluso dañar la córnea.
Al no llevar gafas de sol, seguramente notarás molestias en los ojos, pero la realidad es que los efectos van más allá. De hecho, la radiación ultravioleta acelera la aparición de cataratas y de la degeneración macular asociada a la edad, y a corto plazo favorece la aparición de problemas como la conjuntivitis.
Parece claro, pues, que es absolutamente necesario proteger nuestros ojos en la montaña, aunque las características específicas de las gafas de sol dependerán de la actividad que vayas a realizar. En términos generales se puede establecer lo siguiente:
- Deben filtrar el 100 % de los rayos ultravioletas
- Es importante que sean unas gafas de sol polarizadas, porque así, además de proteger los ojos de la radiación ultravioleta, evitan los deslumbramientos
- Lo ideal es que el cristal sea de espejo, para que la luz se refleje y no llegue a los ojos
- Deben cubrir los laterales del rostro para que protejan la piel de la zona
- Debemos asegurarnos de que queden próximas al rostro para evitar que entren rayos de sol por la parte superior o los laterales
- Deben ser ligeras y de materiales que resistan mejor los golpes y las ralladuras
¡Ya lo sabes! No olvides en casa tus gafas de sol, serán tu accesorio indispensable… ¡En +Visión las encontrarás polarizadas desde 59€!