Cuando llega la presbicia
Como decíamos, a partir de los 45 años es muy probable que empieces a notar algunos síntomas de vista cansada, ya que afecta al 90% de las personas de esta edad. Se trata de una alteración visual ligada al envejecimiento de los ojos que, antes o después, acaba afectando a todo el mundo.
Si nunca has necesitado gafas, simplemente con unas gafas que te ayuden a leer, escribir, o a realizar cualquier tarea que requiera fijar la vista, es suficiente.
Sin embargo, si ya llevas gafas para corregir alguna otra alteración como miopía o hipermetropía, significa que hasta el momento habrás usado gafas monofocales con una única graduación. Al sumarse la presbicia a tu alteración previa, deberás optar por lentes bifocales o progresivas para corregir tu visión. En este caso, es recomendable realizar una revisión visual para saber qué tipo de alteración tienes y así, usar las gafas correctas.
Lentes bifocales
Son cristales que combinan dos graduaciones diferentes; para la visión de cerca y de lejos. Estas lentes se caracterizan por tener de manera clara y diferenciada dos áreas o campos visuales; en la parte superior está la graduación para ver de lejos, y en la parte inferior, la que corrige la visión de cerca. Hace años, la marca que dividía ambas áreas estaba muy marcada, pero actualmente es más sutil.
Pese a las mejoras gracias a la tecnología, lo cierto es que las lentes bifocales cada vez se usan menos, ya que a muchas personas no les gusta esta división y no les resultan cómodas al no haber una zona central intermedia.
Otra de las razones principales por las que cada vez se demandan menos, es porque resultan incómodas para el uso de ordenadores.
Lentes progresivas
Estas lentes, también conocidas como multifocales, han sido una revolución en el mundo de la visión. Al igual que las bifocales, corrigen diferentes alteraciones con diferentes graduaciones en una misma lente, pero abarcando campos de visión más amplios.
Estas son sus principales ventajas:
- Visión intermedia. Además de poder ver bien de lejos y de cerca, las gafas progresivas ofrecen un área de visión intermedia, distancia a la que suele estar situada la pantalla del ordenador.
- Cambio de graduación natural. Las lentes bifocales presentan un salto brusco entre una graduación y otra, mientras que, con las progresivas, el paso entre graduaciones es mucho más progresivo, lo que permite al ojo mirar a diferentes distancias e ir adaptándose sin mareos y sensación de incomodidad.
- Visión panorámica. Las lentes progresivas ofrecen una mayor calidad de visión al enfocar los objetos más lejanos y la posibilidad de abarcar una zona más amplia al enfocar de cerca.
- Menor tiempo de adaptación. En la actualidad estas lentes ya no requieren tanto tiempo de adaptación como hace unos años; están tratadas para que en un periodo breve puedan usarse con normalidad sin distorsiones ni mareos.
Para escoger entre lentes bifocales y multifocales necesitas el mejor asesoramiento, por eso te animamos a que te acerques a una óptica +Visión para que un miembro de nuestro equipo de ópticos-optometristas te informe y evalúa tu caso particular. Si lo prefieres, puedes pedir cita online aquí.