Es especialmente importante tener la certeza de que los niños ven correctamente y que la visión no es ningún impedimento para que aprendan el máximo durante el curso escolar. El problema más común entre los niños es la ambliopía, más conocida como ojo vago, aunque también hay otras alteraciones frecuentes como la miopía, el astigmatismo, la hipermetropía y el estrabismo.
En relación a la vista de los bebés, se trata de una etapa primordial para reaccionar ante los problemas visuales que puedan desarrollar y es esencial encontrar la mejor solución en los primeros años de este desarrollo. En la mayoría de los casos, lo más importante es asegurarse de que usan los dos ojos y tienen una agudeza visual buena.
A partir de los cinco años, etapa de escolarización de los niños, se debe revisar la vista en profundidad para valorar su agudeza visual. De hecho, alrededor de un 15 % de los niños menores de 8 años tiene problemas de visión como miopía, ojo vago, hipermetropía y estrabismo. Por ello, es vital realizar las revisiones periódicas, para poder determinar un diagnóstico y un tratamiento con antelación.
A continuación enumeramos algunos de los síntomas más habituales que puedes detectar en casa y que podrían ser señales de alarma que indiquen problemas visuales:
- Taparse o cerrar un ojo
- Dolor de cabeza o visión borrosa
- Se acerca mucho los objetos a la cara
- Desvía un ojo, especialmente en estados de cansancio
- Se frota los ojos de forma repetida
- Al ver una peli en 3D se marea
- Se salta líneas al leer, lee muy despacio o se ayuda del dedo
- Incomodidad al leer
- Escritura con fatiga después del colegio
- Molestias en los ojos en el colegio o al ver la televisión en casa
Como siempre, para una mayor tranquilidad en casa recomendamos dejar la salud visual de los más pequeños en manos de profesionales, como los ópticos-optometristas de +Visión. ¡Pide cita para tus hijos!