Los ojos más delicados
Si los ojos de los adultos requieren protección, mucho más los de los niños, que todavía no se han formado totalmente. El cristalino es el filtro ocular natural del ojo y acaba de desarrollarse a los 12 años, por lo que, hasta ese momento, al no estar completo, apenas filtra los rayos de sol, dejando pasar un 75 % de la radiación solar que llega directamente a la retina.
Problemas en el futuro
No proteger correctamente los ojos de tu hijo en el presente, podría suponerle problemas oculares en el futuro. Estas son las principales consecuencias de los efectos nocivos del sol en sus ojos:
- Fotoqueratitis. Se trata de una inflamación en la córnea debido a una larga exposición a los rayos UVA y UVB. Las señales que dan la voz de alarma son: visión borrosa, sensación arenosa en el ojo, dolor y excesiva sensibilidad a la luz.
- Problemas en la retina. La radiación solar aumenta las posibilidades de padecer retinopatía o degeneración macular (DMAE) que pueden desembocar en una pérdida de visión.
- Cataratas La exposición acumulada al sol sin protección puede provocar su aparición de manera precoz en la edad adulta. Esta patología implica una pérdida de transparencia en el cristalino, la lente natural del ojo.
- Pterigión. Consiste en el crecimiento de un tejido que comienza a nacer en el globo ocular y puede alcanzar la córnea. Los síntomas principales son: sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, irritación, ojos enrojecidos y problemas de visión. La causa directa de este problema es la radiación ultravioleta, especialmente en el agua que refleja los rayos UV y multiplica sus efectos nocivos.
Cómo proteger sus ojos
Siempre, sea invierno o verano, hay que proteger los ojos de los niños con gafas de sol. A continuación, te damos algunos consejos para hacerlo con la mayor seguridad:
- Escoge el material y la forma de las gafas de sol en función de la edad del pequeño y sus necesidades; no es lo mismo elegir unas gafas para un bebé de 9 meses, que requiere materiales más flexibles y una mayor sujeción, que, para un niño de 10 años, que ya puede ser responsable de sus gafas.
- Comprueba siempre que las gafas de sol que escoges sean homologadas y lleven el sello de la CE. Para estar seguro/a de que cumplen con estas garantías, lo mejor es que las adquieras en una óptica.
- Asegúrate de que protegen de la luz visible y la radiación ultravioleta (UVA y UVB).
Como ves, una protección inadecuada de los ojos de los niños puede causarles problemas irreversibles a largo plazo. Si quieres más información para escoger las mejores gafas de sol para tu hijo, no dudes en pasarte por tu óptica +Visión más cercana y preguntar. Si lo prefieres, también puedes pedir cita online.