- Limpia tus lentillas después de cada uso. Para ello, lávate bien las manos y, después de secarlas, coloca la lentilla en la palma de tu mano. Aplica unas gotas de la solución y frota suavemente la superficie con el dedo meñique.
- Cambia la solución cada vez que vuelvas a guardar tus lentes de contacto: la limpieza del estuche es primordial para una buena higiene ocular.
- Si usas maquillaje, aplícalo después de colocar tus lentillas. Es recomendable que, en el caso de usarlos, se utilicen eyeliner y máscara de pestañas resistentes al agua.
- Nunca compartas tus lentillas.
- No las uses en exceso de horas. La composición de las lentillas mejora año tras año y el ojo sufre cada vez menos, pero hay que tener presente que la mejor forma de oxigenar
- Evita nadar y ducharte con las lentillas puestas. Al hacerlo, expones a tus ojos a un riesgo de infección grave por los microorganismos presentes en el agua. Si tu intención es utilizar las lentillas al realizar actividades en las que estás expuesto al agua, especialmente la natación y otros deportes acuáticos, consúltalo con tu profesional del cuidado de la visión.
- Nunca utilices tus lentillas si tus ojos están hinchados, enrojecidos o infectados
Si quieres saber más detalles sobre el cuidado de tus lentes de contacto, acércate a tu óptica +VISIÓN más cercana o pide cita online y nuestro equipo de profesionales expertos en contactología te asesorará. Además, recuerda que puedes solicitar una prueba gratuita y empezar a disfrutar de las ventajas de llevar lentillas.