Por ello, la visita al oftalmólogo debe ser un hábito que incluya también visitas de prevención y control de nuestra salud visual, especialmente en personas mayores de 45 años y en aquellas que padezcan problemas de visión (glaucoma, presión ocular, miopía, etc.)
A continuación se detallan los estudios que se suelen realizar en una primera visita al oftalmólogo:
1- Preguntas típicas en relación a la salud del paciente: si está bajo algún tratamiento médico, si padece de alguna enfermedad o ha tenido alguna operación, etc.
2- Medición de la agudeza visual y graduación de la visión: en este estudio se analiza las dioptrías que el paciente tiene para así poder definir los posibles defectos visuales y prescripción de gafas.
3- Tensión o presión ocular: para conocer el grado de presión en el ojo y valorar si existe una correcta circulación sanguínea.
4- Análisis de la retina y espesor de la córnea.
Los estudios a realizar dependen mucho del historial médico del paciente, ya que en algunos casos de glaucomas o posibles desprendimientos de retina los estudios son más específicos. Para una correcta salud visual recomendamos una visita anual al oftalmólogo para así tener un control de nuestro rendimiento visual.